Mineras Zaldívar y Doña Inés de Collahuasi -las próximas negociaciones colectivas de la gran minería nacional- serán los referentes para el nuevo proceso que deberá enfrentar Minera Escondida en 18 meses más.
Ambas compañías deberán entenderse con sus sindicatos bajo el imperio de la nueva normativa laboral, que entra en vigencia el I de abril, la cual lite concebida para mejorar la posición de los trabajadores frente a la empresa, pero que aún deja muchas dudas respecto de su interpretación.
Efectivamente, cuando el jueves pasado el Sindicato N°1 de Escondida anunció su decisión de acogerse al artículo 369 -que le permite extender el contrato colectivo por 18 meses- su argumentación fue que con esa decisión resguardaba los beneficios adquiridos al forzar una nueva negociación bajo la reforma.
Sin embargo, reconocieron que la norma seguramente deberá ser interpretada por los tribunales. “Estamos preparados para el escenariojudicial, ahora tuvimos que estar conjugando las dos normas. Hay que considerar que antes de nosotros se desarrollaran ornas negociaciones y vamos a ser observantes de lo que allí suceda respecto de la Reforma”, comentó el vocero sindical Carlos Allendes.
Según explicó Adriana Rivera, asesora jurídica laboral y sindical, la nueva ley ofrece unaUS$240millones dejaría de percibir el Fisco por efecto de la menor producción que tendrá Minera Escondida.
garantía importante para los sindicatos al asegurar el denominado “piso de negociación”.
“Ahora los sindicatos no se van a desgastar en intentar mantener o recuperar los beneficios que ya existen, pese a que no incluye la reajustabili- dad ni los bonos por término de negociación», aseguró.
Así, las furni as negociaciones deberían centrarse en aquellos puntos que no forman parte del piso. Pero aquí aparece el primer problema: la interpretación del piso -ya lo adelantó la administración de Escondida- no es la misma entre empresas y sindicatos.
“Ese escenariojudicial es inminente, y no sólo respecto del piso, sino también de muchos otros aspectos de la Reforma que no están claros, por ejemplo las adecuaciones necesarias, que a mi modo de ver no son más que los rompehuel- ga”, advirtió Rivera.
PRECEDENTE
En ese escenario, lo que ocurra con las negociaciones anteriores a Escondida -y eventualmente la jurispmdencia que pueda crearse en la materia- marcará el futuro de ese proceso.
Pero, pese aque hoy la tramitación laboral es mucho más ágil, esos procesos judiciales se demoran, lo que dificultaría la resolución lápida de los conflictos.
La negociación minera más próxima en la región es la de Zaldívar. En agosto, la minera del grupo Luksic, que durante 2016 produjo una 103 mil toneladas de cobre, tendrá que renovar el contrato colectivo de cerca de 700 trabajadores.
La compañía ya adelantó su proceso de negociación en lo que se refiere a los servicios mínimos que evitan que se produzca caos administrativo o daño ambiental, entre otros.
“El 2 de febrero firmamos el acuerdo para los servicios mínimos, en un proceso que resultó muy dinámico”, comentó el presidente del Sindi
cato Zaldívar, Raúl Iones.
El dirigente aseguró que, a diferencia de lo que ocurrió con Escondida, ellos esperan un proceso mucho más fluido. “Tenemos una relación de puertas abiertas con la compañía y una suerte de negociación día a día que nos ha llevado a un muy buen entendimiento. No creemos que resulta un proceso tan duro como el de Escondida”, adelantó.
Al respecto, el gerente de Recuisos Humanos de Zaldívar, Eduardo García, destacó que “cada proceso de negociación es diferente y presenta distintas oportunidades y desafíos”.
“En el caso de Zaldívar,constantemente compartimos los desafíos que enfrentamos como operación con nuestros sindicatos y trabajadores, siendo esta forma de trabajo la que ha favorecido arribar con nuestros sindicatos a acuerdos tales como la reciente calificación de Servicios Mínimos”.
COLLAHUASI
Pero las miradas de la industria y del mercado también están puestas en lo que pueda ocurrir en Collahuasi, operación que ocupa el tercer escalón en las minas de metal rojo en el orbe, con una producción a 2016 de 506.500 toneladas de cobre.
En la negociación de 2013 y sólo después de 32 días de huelga -que incluyó serios desmanes en las zonas aledañas-, la minera propiedad de Anglo American y Glencore pagó beneficios por $19 millones (bonos por término de conflicto y créditos blandos) para cada trabajador.
El convenio colectivo de Collahuasi vence el 31 de octubre de este año y dados los buenos resultados de la compañía -que en 2014 y 2015 obtuvo ganancias por US$682 millones y US$211 millones, respectivamente- es probable que entre los trabajadores haya expectativas de lograr mejores beneficios.